Extraer ADN. Trabajo hecho por Valeria de la Cruz y Valentina Ospina.




A pesar de lo que la mayoría pudiera pensar, la extracción de ADN es un proceso simple que, con el debido procedimiento, podemos realizar en la cocina de cualquier casa. Al igual que la extracción en el laboratorio, para obtener el material genético se requiere de una serie de etapas básicas. En primer lugar, debemos conseguir lisar o romper la pared celular y/o la membrana plasmática para poder acceder al núcleo de la célula dónde se encuentra alojado el ADN. A continuación, debe romperse de igual forma la membrana nuclear para dejarlo libre. Una vez liberado, hay que proteger el ADN de enzimas y otros componentes celulares que puedan dañarlo. Y finalmente, se debe precipitar en un medio estable.


 2. MATERIAL NECESARIO 

Muestra a extraer

 Sal 

 Lavavajillas o detergente líquido 

 Alcohol 96º

 Agua destilada o mineral

 Recipientes

 Una cuchara 

 Una varilla fina


 3. PROCEDIMIENTO En primer lugar, debemos obtener una muestra a partir de la cual poder obtener ADN. En este ensayo vamos a emplear nuestro propio ADN, para ello debemos enjuagarnos la boca con agua durante 30-40 segundos y verter el enjuague de nuevo en el vaso. A continuación, procederemos a preparar las diluciones que emplearemos más adelante. Por un lado, debemos verter en un vaso unas 5 cucharadas soperas (unos 120 ml) de agua destilada o mineral junto con media cucharada sopera de sal común y remover hasta disolver la sal. En otro vaso, mezclaremos una cucharada de lavavajillas o detergente líquido junto a 3 cucharadas de agua destilada o mineral. Tras preparar las disoluciones, añadiremos dos cucharadas de zumo de piña al enjuague y removemos para homogenizar. Una vez preparado todo, añadiremos una cucharada sopera de la solución salina y otra de la mezcla del lavavajillas al vaso dónde se encuentra nuestro enjuague junto con el zumo de piña. Para finalizar el proceso procederemos a añadir el alcohol (el doble de volumen de alcohol que de mezcla), para ello es muy IMPORTANTE que vertamos dicho alcohol lentamente por las paredes del vaso para evitar que se mezcle y conseguir dos capas bien diferenciadas, ya que será en esta separación entre la capa de mezcla y de alcohol dónde precipite el ADN. Tras dejarlo reposar unos minutos, veremos como van apareciendo en esa interfase pequeños hilos o fibras blanquecinas (nuestro ADN). Para poder extraerlo con facilidad, emplearemos una varilla fina.

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